Creo que todos conocemos la historia del accidente de Chernóbil, pero, ¿por qué no narrar esto con más detalles? Si te interesa el tema, puedes seguir leyendo:
Toda la catástrofe ocurrida allí fue ocasionada por un accidente nuclear en la central nuclear de Vladímir Ilich Lenin el sábado 26 de abril de 1986 en Prípiat, Ucrania. Se alzó con el puesto número 1º de la escala de los mayores accidentes nucleares de la historia, y también uno de los mayores accidentes medioambientales.
Se simuló un corte eléctrico, un aumento excesivo de potencia en el reactor 4 de la central produjo el sobrecalentamiento del núcleo del reactor, provocando la explosión del hidrógeno acumulado dentro. Básicamente, se estaba experimentando con el reactor para comprobar si la energía de las turbinas podía generar suficiente electricidad para las bombas de refrigeración en caso de fallo. La cantidad de dióxido de uranio, carburo de boro, óxido de europio, erbio, aleaciones de circonio y grafito expulsados, 4 materiales radiactivos y/o tóxicos, que se estimó fue unas 500 veces mayor que el liberado por la bomba atómica arrojada en Hiroshima en 1945.
Murieron 31 personas y el gobierno de la URSS evacuó a 116.000 de habitantes de alrededor, hasta que se declaró alerta internacional al detectarse radiactividad en al menos 13 países de Europa central y oriental. 2 murieron al instante, y los otros por enfermedades a los meses siguientes.
Después del desastre, un área de cuatro kilómetros cuadrados de pinos en las cercanías del reactor, adquirieron un color marrón dorado y murieron, obteniendo el nombre de “Bosque Rojo”. En un radio de unos 20 o 30 kilómetros alrededor del reactor se produjo un aumento de la mortalidad de plantas y animales así como pérdidas en su capacidad reproductiva.
Y ahora que les di una pequeña introducción y lo que pasó en los alrededores, les contaré, como trabajador de la planta en el momento del accidente:
Me había levantado como cada día. Mi esposa estaba haciendo el desayuno y mi pequeño hijo se divertía con sus juguetes. Tomé el auto para llegar a la estación, y éste estaba algo averiado, como desearía no haberlo reparado y faltar al trabajo. Le arreglé el motor que fallaba y partí hacia el lugar. Me encargaba de ver el reactor 4 desde una distancia muy segura para supervisar que todo estuviese bien.
Me dijeron que avisara cualquier irregularidad. Algo pasó y una fuga salía del reactor. Avisé de ello, y los encargados me dijeron que saliera de allí. De repente, empecé a toser un poco, pero logré salir de la Central junto a las demás del personal. No sabían la causa exacta de la fuga, entonces nos pusieron a investigar a fondo.
El gobierno inició un plan de evacuación de la ciudad, y nosotros, los trabajadores, nos quedaríamos a ver lo que ocasionó esto. Un sujeto murió por la intensa radiación al instante por intentar acercase al reactor 4, y luego otro por hacer lo mismo.
En este día, era mi turno de supervisar junto a otros dos. Pero cerca de las 12:00 AM, se escuchó un extraño ruido y mis compañeros huyeron, e hice lo mismo por un pasillo. Choqué con alguien y caí, y uno de ellos, pero sólo me miró y dejó junto al otro. Una niebla verdosa se apoderó de todo, dejándome inconsciente apenas al respirarla.
Me desperté, aún tirado en el suelo. El gas todavía estaba presente en el área, pero me sentía mucho mejor y revitalizado. Me levanté sin problemas y caminé por el lugar abandonado.
Estaban las luces de las alarmas encendidas y objetos tirados. Vi a otro trabajador, me acerqué a él y toqué su cuello para comprobar si todavía vivía, pero al ver mi mano, ésta tenía 3 dedos, marrones y peludos. Corrí hasta el baño y me miré al espejo, y era horrible: mis brazos eran del mismo color, peludos en algunas partes y mis manos de 3 dedos; mis piernas un marrón más claro pero también como mis extremidades superiores, me toqué el torso y era muy duro y peludo, mi cara… tenía un tercer ojo en la frente, y funcionaba como con los que nacemos, mi boca se hizo hacia delante (como un pequeño pico) y filosos dientes, perdí mi en la cabeza. Me giré y tenía unas alas de mosquito… Ya no era siquiera humano…
Intenté moverlas y me costaba, pero sentía como si fueran extremidades extras. Las acaricié despacio, y suaves, débiles a diferencia del resto de mi cuerpo.
Escapé volando, fue difícil aprender a usarlas pero pude, y el pueblo estaba desolado. Encontré 2 cuerpos en la calle. Me acerqué y ya estaban muertos. Avancé sin rumbo por el abandonado lugar, rodeado de esa neblina verde. Llegué hasta otro cadáver y en su mano había un reloj digital, y afortunadamente, decía la fecha… siendo 2 de Mayo. ¿Me desmayé por días y la radiación me hizo un monstruo en poco tiempo?
Caminé hasta casi las afueras del pueblo, y veo a otras personas por allí, sanas y con trajes que los protegían de la radiación. Ingresaron y vi a los 2 que me dejaron. Mi odio aumentó, y me metí pueblo adentro.
–Sólo podemos estar aquí 10 minutos y no pasen después de la tercera casa… Es muy peligroso.– Escuché decir a uno de los sujetos.
Eran 5, y 2 debían morir, los demás prefería que escapen. Uno de ellos se acercó a un coche donde yo estaba escondido del otro lado, pero no me vio y se asustó bastante. Una respiración apareció en una ventanilla, y la mía no era. Una cara de formó en la misma, parecía la de una niña. Él se alejó y avisó a los demás, entonces se amontonaron. Perdí el miedo, subí al techo del auto y en vez de gritar, rugí tan fuerte que hasta se llevaron las manos a donde tenían sus oídos, pero por los cascos no podían hacer nada. Intentaron escapar, pero… una niña con una bolsa de papel les impidió el paso.
–No solo fueron trabajadores– Dijo con una voz aguda y con algo de eco.–, ¡también yo y muchos más!– Gritó, y de los orificios de su máscara salieron insectos.
Gritaron e intentaron correr, pero los insectos los atraparon y atravesaron sus trajes. Yo observada, y mi temor volvió cuando la niña me miró, pero ésta sonrió.
–Tú eres como nosotros, pero vivo.–
–¿”Nosotros”?–
Se apareció una mujer, y tomó de la mano a la niña. Desaparecieron. Eran sus fantasmas…
Ya pasaron semanas, y encontrarme cadáveres en descomposición era normal al igual que ver espectros. No me hacían nada, tal vez porque cuando entraron más humanos los acabé porque quiero que sea esto una tumba… sí, ya no me considero humano.
¡El gobierno mintió! ¡Murieron más de 31 personas! ¡Yo maté a varios y encontré más de 50 cuerpos fríos como la nieve en todo el lugar! Convertiré este lugar en un santuario para las almas que no escaparon y buscan paz sabiendo cómo murieron, pero aunque les diga, niegan recordar algo de todo.
Los años pasaron, 2017, y aún llegan humanos, pero cada mucho tiempo y armados, pero jamás me ganan. Soy rápido y fuerte, los acabo con facilidad. Escribo esto para que las mentiras del mundo toquen la luz a pesar de que pasaron 30 años. Si llegan aquí, no entren o no habrá piedad.
Que en paz descansen estas pobres almas en pena.
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